Curioso este II Open de España de blokart, en el que la ausencia casi total de viento y por lo tanto la falta de suficientes mangas puntuables provocó su anulación.
El equipo Castellano, por ahora solo “la expedición Castellana”, participo en este Abierto con tres pilotos, dos palentinos, JuanPeyote y Eduardo, y un burgalés, José María, de Viento Norte.
No nos costó ponernos de acuerdo y darnos cuenta de que no podíamos faltar, mas si cabe, que apenas se realizan eventos de esta modalidad de carrovela en España.
Aunque nos falta experiencia, sobre todo en la competición, nos comportamos como un verdadero equipo.
Nada más llegar y familiarizarnos con el lugar, el clima y saludar a los amigos que ya estaban allí, nos pusimos manos a la obra y montamos los tres carros. Como no hacia apenas viento ni nos molestamos en montarnos.
El parking de Eugenia Viñes, que así se llama el sitio, es una pista rectangular de unos 250x150 de asfalto, aparentemente nuevo y limpio.
Pasamos por el pesaje, imprescindible en blokart para formar las categorías, hasta 70kg ligero, de 71 a 85 medios y de 86 en adelante, pesados y completamos la inscripción.
En nuestro caso, cada uno en una categoría, Juan ligeros, yo medios y José pesados.
Esto nos vino muy bien, con un carro y con la única vela de 5.5 que tenemos la podíamos compartir, así nos quedábamos con las ruedas de los otros carros y las podíamos usar de repuesto para los posibles pinchazos. En los cambios de categorías uno se baja, otro se sube y entre todos ponemos el carro a punto para el que compite.
Todo en teoría muy bien, pero sin viento no había nada que hacer.
Por la noche nos fuimos a la residencia de deportistas de la concentración, muy bonita por fuera, pero por lo demás…en fin, si alguien está interesado en ir que pregunte a los que hemos estado.
A las 9 de la mañana ya estábamos en la pista preparados para todo, para todo menos para pasarnos la mañana esperando que se movieran las banderas del puerto.
Después de varios “brifings” y charlas teóricas por parte de Santi Oliver, Campeón del Mundo, pasamos la mañana. Después de comer a pie de pista y sin viento, se organizaron unas carreras de blokart sin vela. Unos pilotos tenían que manejar el carro y llegar lo más lejos posible solo con el empuje que le dieran otros. Algunos blokarts de la clase performance dejaron a mas de un boquiabiertos por la capacidad de rodar, parecía que no pararían nunca, que pasada lo que se nota unos buenos rodamiento y el carenado Pod.
Total, a las 4 de la tarde, con sol y sin viento, suspendieron la prueba y nos dieron la tarde libre, así que descolocados como estábamos nos fuimos a dar una vuelta por la playa.La noche del Sábado tuvimos la cena de hermandad, también con polémica, ya que se dio en la residencia, en un gran comedor, pero comida escasa y en fin, vamos, que yo cuando vi que nos traían el plato principal y comprendí que ya habíamos acabado me quede flipado y con hambre, eso si, nos pusimos guapos con el vino.
El domingo y último día, más de lo mismo, sin viento pero con frío y lluvia, vamos, una maravilla de día. El desencanto se fue apoderando de la gente y algunos comenzaron a recoger y se fueron. Nosotros también estuvimos en un tris de hacerlo, pero hasta las 4 de la tarde teníamos previsto estar allí y eso íbamos a hacer.
El día dio un giro improvisto, a eso de la una y media se levanto por fin el viento, al principio suave pero a momentos racheado y algo cabroncete para las velas de 5.5 que todos gastábamos.
Las mangas serían de 5 minutos, con un tiempo de otros 5 minutos entre carreras, que se distribuían en 3 minutos para cambio de piloto, y 2 minutos en cuenta atrás para coger velocidad y poder lanzar la salida en el momento de llegar a 0.
Un poco apresuradamente convocaron a lo medios y a los performances y juntos hicimos la primera manga del fin de semana, con más pena que gloria por que el viento se caía tan de golpe que nos obligaba a “remar” a todos. La segunda manga a ratos muy parecida. Luego salieron los ligeros, con Juanillo acabando tercero una de sus dos mangas, un exitazo. José María se peleó con algunos de los mejores blokarters de España. Llamaron de nuevo a medios y performance y después de dos mangas se acabó el tiempo límite para las carreras y se dio por finalizado el Open, declarándolo nulo por falta de regatas suficientes. Según la normativa se requieren un mínimo de 3 mangas por carrera.
Cuando el “Race Master” dio por finalizado el Open, los que habíamos vendido todo el pescado nos cambiamos y recogimos el material. El resto aprovecho y se quedó dando vueltas a modo de entrenamiento en rodadas libres que parecían muy divertidas.
Después de despedirnos de todo el mundo emprendimos las 7 horitas de viaje hasta casa, con mucha agua y nieve cerca de Madrid.
Esta nueva experiencia nos ha animado a organizar algún tipo de concentración y por que no, un Open en un futuro no muy lejano por nuestra tierra. Pero eso será otra historia.
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